martes, 1 de septiembre de 2009

AGOSTO 2009 AÑO 11 - Nº 66 "EVANGELIZACIÓN ¿DIOS EXISTE?"

En nuestra vida diaria nos encontramos personas que de una u otra forma se hacen y nos hacen esta pregunta. Esta cuestión puede ser formulada en distintos momentos: momentos de dolor, de confusión, de soledad o de abandono, pero el interrogante siempre es el mismo.Los creyentes tenemos el deber de facilitar la respuesta personal a este interrogante. Tenemos que hacerlo con nuestra vida, con nuestro ejemplo, con nuestra cercanía con Dios, con nuestra confianza en la Palabra y, sobre todo, con el amor a los demás. Pero no es menos cierto que también tenemos que dar con humildad y con íntimo convencimiento, nuestra respuesta a la gran pregunta sobre la existencia de Dios.Veamos algunos sencillos puntos de reflexión sobre este tema que podemos compartir con los demás.
1.- ¿Existe Dios?
Para contestar a esta pregunta podemos encontrar fundamentalmente tres tipos de personas:* Ateos: Son las personas que niegan la existencia de Dios.
* Agnósticos: Son las personas que ni afirman ni niegan la existencia de Dios. Puede ser que Dios exista o que no exista
* Creyentes: Son las personas que afirmamos la existencia de Dios.
2.- Pero, ¿Si Dios existe por qué no se le ve?
En la vida existen muchas cosas que existen y no se ven, por ejemplo: el frío, el calor, la salud, el oxígeno, las ideas, los pensamientos, los sentimientos, la enfermedad, el dolor, la felicidad, el amor, etc. etc. Los ejemplos que podemos poner serían interminables. En la existencia humana son más las cosas que existen y no se ven que al contrario.

3.- De acuerdo. Es verdad que en la vida existen muchas cosas que existen y no se ven, pero esas cosas que no se ven se sienten y se pueden sentir muchas veces.
Efectivamente. Todo lo que te he comentado existe y se puede sentir. Si no sentimos no podemos captar las cosas que nos rodean las veamos o no. Para nosotros los cristianos el "sentir" la existencia y la presencia de Dios es lo que llamamos "tener fe". La fe no es un sentimiento, es otra cosa bien distinta: es aceptar en lo más íntimo de tu ser la presencia de Dios que te ama.

4.- Bueno. Ya llegamos al tema de siempre, al tema de la fe. Para nosotros los no creyentes si llegamos a este punto se interrumpe toda conversación porque no podemos hacer nada contra ella. Si alguien te dice que tiene fe en Dios no podemos desmentirlo.
En realidad "tener fe" no es algo solamente referido a Dios. El ser humano vive constantemente actos de fe en su vida diaria. Tener fe es confiar en lo que no vemos y eso lo hacemos cada día y en cada momento. Veamos algunos ejemplos:
… Una persona va a realizar un viaje en avión. Compra el billete, se sube al aparato y no pide más garantías de ningún tipo. Ni sabe quién es el piloto ni el mecánico, ni mucho menos sabe de su pericia No sabe el estado del aparato ni de sus fallos técnicos. No conoce la situación emocional y física de la tripulación; pero la persona hace un acto de fe, (confía) en que todo irá bien y pone de esta forma su vida y su cuerpo en manos de unos desconocidos.
… Vas a un bar y pides un café. Al poco tiempo te traen un líquido negro en una taza o vaso y haces un nuevo acto de fe (confías), ya que no tienes ninguna prueba ni científica ni técnica que el contenido del mismo sea el café solicitado. Te lo tomas porque confías que no hayan introducido en tan negro líquido un poderoso veneno… Vas a cruzar un paso de peatones. Haces de nuevo un inmenso acto de fe. Confías que los coches se pararán y te dejarán pasar sin mayores dificultades. Nadie te ha garantizado ni científica ni técnicamente que los conductores van a respetar esa regla de circulación, pero tienes fe en que los coches se detendrán ante tu presencia. Todo un acto de fe…
… Vas al médico. Muchas veces no sabes ni cómo se llama ni conoces su pericia. No le exiges ver su título académico ni pruebas de su competencia. Tienes delante a un desconocido que te dice qué tienes que tomar y en qué dosis. No te cercioras de sus posibles errores. Haces otro acto de fe y desde que sales de la consulta vas y te compras los medicamentos y confiando en el médico te los tomas sin pensar en las posibles gravísimas consecuencias para tu organismo. Los errores médicos están al día. Todo un acto de fe…… Desde que nací conocí a un hombre y una mujer que se han pasado toda la vida diciéndome que son mis padres. La verdad es que no tengo ninguna constancia ni científica ni técnica que me obligue a creer que lo son. Quiero muchísimo a mis padres pero no tengo ninguna prueba que me demuestre que lo son. Hago un acto de fe (confío) en que lo son y les amo y respeto como se merecen. Lo mismo ocurre con mis hermanos. Todo un acto de fe…
Como ves todo en la vida humana es un acto de fe, es un confiar en las personas, en su bondad, en su buena disposición a no hacerme daño. Objetivamente no tengo ninguna prueba ni científica ni técnica, pero confío plenamente en las personas con las que me encuentro en la vida.
Esa fe, esa confianza humana no se queda sólo en las personas a las que veo. También hay muchas situaciones de mi vida que me hacen confiar en lo que yo individualmente tengo que hacer. Respirar, ordenar que mis pulmones tomen oxígeno, es un gran acto de fe porque nadie me ha garantizado que no esté respirando algún producto nocivo para mi salud, aunque su olor sea agradable. Comer deliciosos manjares y aparentes alimentos nutritivos es otro gran acto de fe. Confío que ellos no van a producir daño a mi organismo
Confiar en mi marido o esposa, en mis amigos, en mis compañeros de trabajo. Todo en la vida es un acto de fe.Siempre me he preguntado que si a los demás no les pedimos tantas pruebas...¿Por qué algunos exigen tantas pruebas a Dios...?
5.- De acuerdo que todo en la vida es un acto de fe, pero confío en cosas que veo. Confío en su utilidad y en su bondad. Pero ¿Cómo voy a confiar en Dios (cómo voy a tener fe en Él) si no le veo, ni lo siento?Buena reflexión. La fe de los cristianos no es un sentimiento. No creemos porque "sentimos". Creemos porque nos fiamos de Dios y de su Palabra, nos fiamos de los sacramentos, nos fiamos de los demás y de nosotros mismos.Nuestra fe no es sólo mundana. Nuestra fe es también sobrenatural. Fue Jesús quien nos enseñó el camino para entender la vida y la salvación humanas. Quien sigue a Jesús entregándose a Él de corazón, a pesar de los fallos y errores de la debilidad humana, podrá entender y confiar (tener fe) en lo que Jesús nos dijo.Hay muchos ateos, agnósticos y creyentes que hacen grandes actos de fe, no sólo como los descritos sino con otras abstracciones mucho más difíciles de creer:
… Yo nunca he visto la paz y sin embargo creo en ella.
… Nunca he visto la democracia y creo que es un valor.
… Nunca he visto la igualdad y estoy convencido que los seres humanos, sea quien sea, somos iguales ante Dios.… Nunca he visto la solidaridad y sin embargo estoy convencido que una humanidad solidaria es con mucho lo mejor.
… Nunca he visto los derechos humanos pero estoy seguro que hay que respetarlos y fomentarlos.… Nunca he visto la libertad pero sé que uno de los mayores bienes del ser humano.
… Nunca he visto la justicia pero sin ella la vida humana apenas tendría sentido.
Y así podría seguir enumerando cada una de las miles de situaciones humanas que existen aunque no se vean y aunque haya personas que además de no verlas, tampoco las sienten
Creo que estas situaciones invisibles hacen a las personas más humanas. No son conceptos vacíos. No son meras abstracciones. Cada una de ellas dignifican al ser humano y le ayudan a ser más pleno y más feliz. Si todo esto me hace mucho mejor, ¿Cómo no voy a creer en Dios, el hacedor de todo lo bueno que reina en el corazón humano?
¿Por qué el bien nos hace felices y el mal desdichados?
¿Por qué la injusticia nos hace sufrir y la justicia nos equilibra?
¿Quién ha escrito estos códigos espirituales en nuestro corazón? ¿La genética? ¿Por qué entonces otras personas no tienen mis mismos valores y apreciaciones sobre la bondad de las personas? ¿Por qué el mal?Muchas preguntas quedan por hacer y responder. El ser humano tiene una vida para dar las respuestas adecuadas a los interrogantes que la vida nos ofrece. Felices los que al final de su existencia tienen más respuestas que preguntas. Felices los que crean sin ver.


©2004 Mario Santana Bueno

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